Si antes de que cerraran el
sendero peatonal, las personas que viven en Bogotá no conocen de éste
cerro amigo e incluso han pasado toda una vida sin visitarlo al menos una vez; pues
déjeme decirles algo y claro está con todo respeto, ni más faltaba, que
no saben de lo que se pierden.


Cuando niño e incluso siendo adolescente
lo visitaba con mis padres y cuando supe que lo habían cerrado y que
posteriormente lo re-abrieron, me dieron muchas
ganas de volver. Bueno y sin ninguna espera, comencé mi ascenso, siempre exigente el recorrido pero a la vez llenando los pulmones de oxígeno
fresco, daba cada paso para seguir adelante, rodeado de naturaleza y
de personas devotas que vienen a pagar promesas y culpas, por fin llego
a la cima. Me reciben las campanas de la Iglesia del Señor Caído,
invitándome a misa y como buen católico ingrese al templo, me dije "gracias a
Dios llegué a la cima, gracias a Dios puedo admirar éste gran paisaje",
mitad urbano y mitad natural que en-muda
a cualquiera. Pero no todo es religión, en Monserrate también se puede hacer ejercicio y su sendero es bastante exigente así que algún bien le puede hacer a nuestro cuerpo. Por otro lado, hay una variedad gastronómica fantástica y accesible a todos los precios, desde el desayuno sencillo de tamal y café hasta un desayuno continental o internacional en sus dos prestigiosos restaurantes el santa clara y el san isidro; particularmente por el sendero secundario bajando las escaleras, hay una tienda más bien sencilla donde venden una avena con almojabana deliciosa, ¡se las recomiendo!
También pueden encontrar artículos de recuerdo, en donde encuentran ruanas, sombreros "vueltiao" entre otras cosas... analicé una cosa: "si los extranjeros llegan hasta aquí y eso que viven a miles de km de distancia, por que no, nosotros que lo tenemos a uno cuantos minutos"
Más allá de tratar de contarles ésta experiencia,
quiero que las fotos que tomé desde mi celular hablen por si solas. Así
que les recomiendo que vayan, que lo visiten. En Bogotá no todo es rumba
y centros comerciales, también hay naturaleza a la mano.
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