lunes, 5 de noviembre de 2012

Un sótano invaluable

El museo de la policía brinda a sus visitantes un espacio único dedicado no solo a la historia de la policía sino también al narcotráfico en Colombia. Así es, aquí más exactamente en el sótano del museo, usted puede encontrar todo tipo de pertenencias u/o objetos que alguna vez fueron propiedad de los grande capos, pandilleros, sicarios a sueldo e integrantes de los carteles más peligrosos que dejaron una huella de sangre y dolor imborrable en nuestras memorias. Es un espacio en donde usted puede ver e interactuar con los guías del museo y lo mejor de todo, sin pagar un solo peso. 




       Foto Tomada de: http://seccionquinta.blogspot.com
Muchas personas visitan este lugar y en realidad lo recomiendo ya que tiempo atrás fui guía en este museo. Es atractivo, tanto así que muchos se olvidan que no es un museo dedicado exclusivamente a Pablo Escobar, ni mucho menos se pretende vanagloriarlo o rendirle homenaje por ser considerado para algunos, como un héroe o un ídolo. ¿Imagínense ustedes? Claro, si usted está hastiado de oír del tema a diario y no con eso, Caracol y RCN le sigue recordando con sus narco novelas la historia de nuestro país, entonces mejor no vaya. Si por el contrario es usted una persona curiosa y quiere saber un poquito más, las puertas están abiertas y le aseguro se va a llevar gratas sorpresas. No todo el mundo se toma fotos al lado de una Harley Davidson con incrustaciones en oro totalmente auténtica y tan bien conservada. Piénselo, invite a su familia, amigos, novio/a, conocidos. Las ofertas culturales como esta son creadas especialmente para usted. Conozca Bogotá, entérese de su pasado y juegue a ser por un día historiador.    

Carrera 9 #9, Bogotá D.C

Naturaleza dentro de la ciudad

Foto de: wiki/Humedales_de_Bogotá
El humedal de Córdoba es una buena opción para compartir en familia, un día de picnic o deporte, es un espacio de naturaleza pura dentro de la ciudad, lo cual no requiere trasladarse muy lejos para disfrutar de un paisaje de flora y fauna, lleno de especies de aves y arboles que lo hace muy acogedor. Les recomiendo este espacio para que puedan disfrutar en familia de la naturaleza, claro esta de manera responsable, no arrojando, ni dejando, basura dentro de el. Aunque, no es el único en la ciudad, también existen los humedales de Santa maría del lago, El burro,
 Jaboque, Tibabuyes, La Conejera, La Vaca, entre otros pero 
este humedal (Córdoba) que les hablo es el mas conservado. 
Espero lo visiten y admiren su belleza.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Los mejores Panzerottis de la ciudad



Lugares en Bogotá donde puedas comerte un Panzerotti tan delicioso y exquisito, hay muy pocos, y sin lugar a dudas ninguno como este. Don Panzerotto es uno de los mejores café-restaurantes de comida italiana que he visitado en la ciudad, es una sucursal pequeña, pero inmensa e inigualable en su sabor y estilo.


Foto Tomada de: www.donpanzerotto.com
Un lugar cómodo, que invita a degustar y saborear los deliciosos Panzerottis que aquí ofrecen, ordénelo según su preferencia;  Migñon, Teriyaky, Ranchero, Hawaiano, Tres Quesos, Napolitano, son realmente exquisitos, no hastían y por el contrario, queda uno con ganas de pedir más. Acompáñelo con una bebida ligera, un jugo natural o si lo prefiere una gaseosa. Como usted quiera. Personalmente un Mr. Tea cae muy bien. Y no se preocupe por su bolsillo, le aseguro no va a sufrir tanto esta vez. Los precios varían según los ingredientes del Panzerotto que usted ordene, pueden variar entre $3.000 y $4.000 pesos, súmele a eso, la bebida y obviamente si va acompañado este valor se le duplica. Incluso así, perfectamente podría estar gastando entre $20.000 y $30.000 pesos, ¿No le parece muy barato? Además si usted es amante de la comida italiana probablemente también le interese probar la Lasaña Napolitana y un desbordante plato de Espagueti a la carbonara. Barato, exquisito y bueno a la vez. 
Tómese el tiempo de conocerlo, le aseguro vale la pena echarse la escapadita. Yo ya fui, y me encantó.


Calle 117 # 6a-27 - Usaquén

Bogotá, Colombia


Domicilios

629 8610

313 433 1934

Lo que pasa cuando uno espera más de lo que encuentra



Ya que no pude viajar este fin de semana festivo, opté por ir a Maloka a ver la exposición de fobias tan promocionada en internet y los medios televisivos. Me invadió la curiosidad y estaba ansioso por ir, entrar y ver uno que otro animal asqueroso y repugnante. Si, de esos bichos y roedores que algunos ni pensar si quiera en ellos pueden. No tengo problema con eso, ya que no padezco ninguna fobia, bueno al menos eso creo. 

Foto Tomada de: http://www.facebook.com/MalokaCTI
Llegué  a la plazoleta principal, pagué el valor de la entrada en el primer piso, y entusiasmado ingrese a las diferentes salas de exposiciones. Habían unas sobre dinosaurios o/u otros animales extintos, más adelante otra con variados juegos mentales, también unas dedicadas al origen del universo y nuestro sistema solar, y una más acerca de los beneficios y la importancia del reciclaje. Por supuesto mi interes era la sala de fobias. Quería ver bichos raros; serpientes, arañas, gusanos, sapos, ratones, lo que fuera. Y aquí estimado lector es donde viene mi gran decepción. Sin exagerar me sentí literalmente estafado, o más comúnmente en nuestro argot colombiano “tumbado”. La exposición de fobias, al contrario de lo que pensaba yo; una sala grande, con animales vivos en estantes o vitrinas donde uno los pudiera ver sin ningún problema y muy de cerca, no era más que un modulo del tamaño de mi habitación, con un reflector que simulaba animales moviéndose, audios y carteles, supuestamente aterrorizantes. El recorrido no duró más de 15 minutos. “¿Eso es todo?, ¿Pagué doce mil pesos por ver esto?” No lo podía creer. Uno de los guías se me acercó para evaluar la exposición, - Califique de uno a cinco su experiencia -, le respondí entre decepcionado, frustrado y bastante disgustado, que no merecía más de 2. Tal cual. Tomó mis datos y me largué de ahí. Resignado visité las otras salas y poco a poco me desentendí del asunto. Más adelante encontré exposiciones muchísimo más interesantes, hasta participé de una experimento con energía electrostática, si usted alguna vez ha visitado Maloka, sabrá de que le estoy hablando. Por último y ya para concluir, me prometí jamás volver por allá  a menos que en realidad valga la pena pagar doce mil pesos y no llegar a la casa, con ese sabor agridulce, profundamente decepcionando y estafado. Eso es lo que pasa cuando uno espera más de lo que encuentra. Muchas ilusiones acompañadas de grandes decepciones. A mi me pasó, ojalá no le pase a usted también.